Excursión a Villacañas y visita a las Bodegas Vihucas

Visita a las viñas y Bodegas Vihucas

Las bodegas Vihucas se encuentran en la localidad de Villacañas a un hora de camino entre nuestros pueblos. Como el día era uno de los primeros en los que ya empezaba a sentirse el calor del verano, María Emilia nuestra enóloga, nos ofreció la opción de visitar los Silos tan típicos en Villacañas - a esas horas en el viñedo el calor podría se agobiante -
Los silos de Villacañas son unas construcciones subterráneas ampliamente utilizadas como vivienda habitual hasta mediados del siglo XX, en la localidad manchega de Villacañas.
El silo era la casa de las familias más humildes y trabajadoras del pueblo que, nada más establecer sus relaciones de noviazgo, se compraban el "sitio", un solar de unos 470 m² (conocida con el nombre de celemín), para cavar su silo.
La pareja de novios comienza la tarea con sus propias manos hasta abrir en el interior de la tierra, el espacio necesario para los dormitorios, cocina, comedor majo, cuadras, pajar, gallinero; logrando una casa sin tejado, sin vigas, sin columnas, sin tabiques.
Las paredes, techos y suelos aparecen recubiertos de cal lo que hace que el sol penetre con mucha fuerza en el interior del silo para iluminar toda la casa con deslumbrante blancura. En las habitaciones interiores se abren ventanas verticales denominadas "lumbreras" que, además, sirven de ventilación a la casa. Al estar bajo tierra, la temperatura del interior es muy constante y allí se guarda el calor en el invierno y permanece un reconfortante frescor durante el verano.
Se conoce su existencia desde comienzos del siglo XVIII. En 1950 había 1.700 silos censados en el casco urbano de Villacañas

En los viñedos nos mostraron tres tipos diferentes de cepas – la tempranillo, la merlot y la graciano -. Estaba impresionante a la caída de la tarde una luz intensa resaltaba el verde claro de los racimos y el follaje de las vides que al estar en espaldera, deja ver el rojizo del terreno.
La necesidad hídrica de las viñas se mide mediante una sonda y un dendrómetro controlado vía satélite, los datos se recogen en un ordenador y se decide si es necesario regar mediante goteo.

En la Bodega comenzamos con la primera fase, la cata de vino en rama, sin filtrar. Esta es la cata de vino sin terminar, de la barrica a la copa, catamos juntos los vinos todavía sin afinar, aquí demuestran su potencial y su personalidad diferenciada. Sin prisa, irán matizando sus propiedades hasta que se decida el coupage final de cada uno.

La cata consto de tres vinos, con el “Vihucas colección familiar 2008”, el enólogo nos dirigio la cata. Vino de uvas 100% de la variedad merlot Recolectadas a mano en 2008 –vendimia nocturna, iniciada por cata de uva.Crianza en barricas de roble francés durante 6 meses.
Nota de cata
De color intenso, brillante, casi negro, glicérico y con destellos azules muy jóvenes, indicativos de su gran potencial.
Despliega en la copa nítidos aromas de bayas negras, que se funden con los elegantes matices de la madera noble, que regala notas de clavo de olor, con delicados dejos de caramelo inglés y crema.
Retronasal con ecos de zarzamoras, flores azules (violetas) y especias dulces, que descansan sobre un discreto fondo balsámico.
Profundidad, sutileza y complejidad en su paso de boca, donde se muestra expresivo y sabroso, dotado de los taninos potentes pero amables del hollejo soleado y del roble francés.
Gran persistencia y plenitud de sensaciones táctiles y gustativas, que invitan a tomar otro sorbo.